El pasado jueves 29 de noviembre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, MAPA, celebró su gran noche con la entrega de los premios Alimentos de España que en esta ocasión celebraban su 30ª edición.

Personalmente, hacía varios años que no asistía a dicho evento, pero incluso el personal del Ministerio reconocía que la organización y factura del mismo estaba muy marcada por el actual director general de Industria Alimentaria, José Miguel Herrero.

La disposición del lucernario (donde tradicionalmente tiene lugar esta cita) y del escenario de la entrega de premios ya anunciaba cambios, puesto que en esta ocasión era diferente a la tradicional (la tarima no estaba al fondo, si no en un lateral).

Aunque la gran sorpresa llegó cuando el propio director general de Industria Alimentaria, José Miguel Herrero, fue uno de los protagonistas de la entrega de los premios, ya que ejerció de maestro de ceremonias junto a los dos presentadores: Francine Gálvez y Fabián León.

Hasta el mismo ministro de Agricultura, Luis Planas, se mostró sorprendido de que un miembro de su equipo directivo tuviera tales habilidades de showman, por lo que admitió “voy a intentar retenerlo en el Ministerio antes de que se vaya fuera a desempeñar otras funciones”.

La gala estuvo muy marcada por el 40º aniversario de la Constitución, mostrando campañas de publicidad del propio Ministerio como la histórica de “Pezqueñines, no gracias”.

Otra sorpresa fue que tras la entrega de premios, mientras los galardonados se fotografiaban con el ministro, se empezó a escuchar por los altavoces la música de Rafaela Carrá cantando “Fiesta”, seguida de otras canciones que han sido seleccionadas como la banda sonora de los últimos 40 años y que se pueden escuchar en la web constitucion40.com.

De este modo, música y luces rojas consiguieron convertir al lucernario del Palacio de Fomento en una improvisada discoteca, donde los asistentes tomaban jamón, queso y vino al ritmo de una música que por deseo del director general, no bajaba su volumen.

La relación de los Alimentos de España y la moda también estuvo presente, no sólo porque se recordó el encuentro que a finales de octubre de 2018 mantuvo el ministro con varios diseñadores patrios, si no también por algunos pintorescos invitados, y, sobre todo, por el recuerdo a David Delfín, diseñador que aplicó su tipografía a la marca Alimentos de España.

La entrega de galardones a los mejores quesos de España, a los mejores aceites, a los vinos, y a los Premios Alimentos de España sirvió, una vez más, para reconocer el valor de la industria agroalimentaria española y el trabajo de sus profesionales, que, como dijo el ministro Luis Planas, suponen el 11% del PIB español y 2,7 millones de puestos de trabajo.

Unas cifras que en esta ocasión estuvieron enmarcadas en la celebración de los 40 años de la Constitución y con la música, luz y color de la Transición. Ambiente que animó a muchos de los presentes a quedarse hasta que, como suele ocurrir en las fiestas, se pusieron las luces blancas que marcan el fin del sarao.

Sin duda, esta última entrega de premios Alimentos de España ha sido la más transgresora de todas las que he visto; y bien está dar aires nuevos a eventos decanos, siempre y cuando esté muy presente que se trata de un acto institucional del Gobierno de España.

Escrito por Elisa Plumed

Periodista especializada en agricultura y alimentación.

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