Si hay algo que destaca en las nuevas consejerías responsables del sector agrario es el protagonismo de «lo rural» en el nombre de las mismas. Bien como «desarrollo» o como «medio», lo rural aparece en la nomenclatura de ocho de las 13 nuevas consejerías, en ocasiones por delante de Agricultura e incluso, haciéndola desaparecer, como ocurre en Aragón, donde la cartera agraria se llama «Desarrollo Rural y Sostenibilidad».

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Andalucía, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Cantabria, Navarra y Asturias, todas gobernadas por partidos o coaliciones de izquierdas, son las que han apostado por darle esta relevancia a lo rural, mientras que las comunidades gobernadas por el Partido Popular son más conservadoras y mantienen el término Agricultura en sus departamentos —como sucede en la Región de Murcia, Castilla y León, La Rioja y la Comunidad de Madrid—.

La excepción que modifica esta regla son las consejerías de las comunidades autónomas isleñas, ya que en las Baleares (donde gobierna el PSOE con el apoyo de Podemos y Més) y Canarias (donde el Ejecutivo está en manos de Coalición Canaria gracias al apoyo socialista), las áreas que se responsabilizan del sector agrario se denominan, respectivamente, Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, y Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas.

Precedentes

Hace varias legislaturas, lo rural y las políticas destinadas a su desarrollo (algunas vinculadas con el Segundo Pilar de la PAC) aparecían en los organigramas de los gobiernos autonómicos en forma de dirección general, incluida en Agricultura, Medio Ambiente, o Territorio… Incluso había ejecutivos que lo encajaban en varias consejerías, puesto que los Programas de Desarrollo Rural de la PAC se aplican tanto al sector agroalimentario como al ambiental.

Extremadura fue la pionera en crear una Consejería de Desarrollo Rural durante la última legislatura presidida por el socialista Juan Carlos Ibarra (2003-2007). Diferenciada de Agricultura y Medio Ambiente, y dirigida por Javier López Iniesta, la idea no debió de cuajar demasiado y desapareció en la siguiente legislatura, presidida ya por Guillermo Fernández Vara.

Fue el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno de España el que fusionó el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con el de Medio Ambiente bajo el revolucionario nombre de Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Aunque no se supo muy bien de dónde surgió la idea de dar este giro en la nomenclatura de lo que siempre había sido Agricultura y Medio Ambiente, en su momento se rumoreó que respondía a un deseo de la que fuera vicepresidenta socialista, María Teresa Fernández de la Vega. Tras la victoria del Partido Popular en las elecciones generales de finales de 2011, el caserón de Atocha recuperó su conservador nombre de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

¿Evolución?

Durante la vigencia del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino fueron muchas las voces descontentas por la desaparición del término Agricultura del organigrama del Gobierno de España. Argumentaban que eliminarlo le quitaba protagonismo a un sector que es fundamental para la economía nacional.

Sin embargo, otras voces abogan por la teoría de incluir Agricultura y Ganadería dentro de lo rural, —puesto que el agroalimentario es el principal sector económico que sigue desarrollando nuestros pueblos— mientras unos terceros defienden que el término «Alimentación» es el mejor define la cartera que trabaja por las producciones agrarias.

Tras la irrupción de «lo rural» en el nombre de ocho de las 17 consejerías agrarias de España, agricultores y ganaderos siguen sin ver con buenos ojos que sus sectores queden opacos en las instituciones que los representan.

El tiempo dirá si se trata de un giro definitivo de que el agro forme parte de lo rural, o una cuestión de forma que diferencia a progresistas y conservadores.

Escrito por Elisa Plumed

Periodista especializada en agricultura y alimentación.

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