Los representantes de las cooperativas y organizaciones profesionales agrarias en Bruselas están más que preocupados. La Comisión Europea está ultimando una reforma de los grupos consultivos, esos foros de debate que tratan «el día a día» de los diferentes y variados subsectores agroalimentarios comunitarios.
Estos grupos consultivos (que actualmente son unos 40, en función de los subsectores agroalimentarios) reúnen varias veces al año, en la capital belga, a representantes sectoriales de los diferentes eslabones de la cadena alimentaria (productores, industriales y comercializadores), además de otras voces como ecologistas, consumidores, etc. En total, a las reuniones de cada grupo pueden asistir alrededor de unas 70 u 80 personas, procedentes de los 28 estados miembro y que, en principio, son conocedores de una determinada producción (cítricos, herbáceos, leche, etc).
Pues bien, según nos cuentan los expertos comunitarios de ASAJA Bruselas (Pedro Narro) y Cooperativas Agroalimentarias, (Gabriel Trenzado) la Comisión Europea está ultimando una reforma de estos grupos consultivos. Los cambios previstos van en dos sentidos: en primer lugar, en reducir a 14 las varias decenas de grupos consultivos actuales, lo que sienta un precedente de comprimir los debates con el sector. Sin embargo, según añade Trenzado «la Comisión de Agricultura asegura que se van a mantener el mismo número de reuniones. Es decir, si un grupo está formado por Frutas y Hortalizas, Vino y Olivar, las citas se diferenciarán por sectores».
¿A qué se debe este cambio? El responsable de relaciones internacionales de Cooperativas Agroalimentarias de España afirma que «la DG Agri lo argumenta en el cambio que ha experimentado la Política Agraria Común. La PAC ya no gestiona mercados, ha eliminado casi todas sus herramientas de gestión, apenas hace seguimiento de las campañas,… En cierta manera, tiene su lógica», reconoce Trenzado.
Sin embargo, la medida que más «duele» a los representantes de los profesionales agroalimentarios es la que pretende abrir dichos grupos consultivos a otros colectivos de la sociedad civil, lo que quitará presencia a los profesionales del agro, reconocidos como miembros de la «sociedad económica». «Por ejemplo, quienes formamos parte del COPA-Cogeca nos reducirán el número de asistentes, en favor de otros colectivos que ya tiene voz en otros foros como el CESE, el Comité de las Regiones, el Parlamento Europeo,…», señala Pedro Narro, de ASAJA Bruselas.
Las razones que señala la Comisión de Agricultura en este punto es que la PAC es cuestión de todos y por ello hay que abrirla a la sociedad civil. Pero la argumentación no convence a los agricultores: «de esta forma, los grupos consultivos van a perder su naturaleza y la DG Agri perderá el contacto con la gente del sector«, afirma Trenzado. Por su parte, Pedro Narro considera que la Comisión sigue la máxima de «divide y venderás» y, —según cuenta en su blog «Bruseleando»— opina que está creando unos «consultores a medida».
Además, ambos expertos en las negociaciones agrarias en Bruselas coinciden en que España tiene mucho más que perder que otros estados miembro, puesto que por su gran diversidad de producciones está interesada en participar en casi todos los grupos consultivos existentes. Por ello, los líderes de Cooperativas Agroalimentarias, ASAJA, COAG y UPA escribieron el pasadom es de marzo una carta al comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, manifestándoles su malestar al respecto.
La misiva fue respondida por otra «carta tipo» firmada por George Hausler que se ha enviado a la multitud de quejas elevadas desde las diferentes partes de la Unión Europea.
La decisión final que tome la cartera de Ciolos se espera para el próximo 30 de mayo y la entrada en funcionamiento del nuevo sistema será para el próximo 1 de julio. Narro y Trenzado coinciden en que «todo el pescado está vendido», por lo que lo que queda es esperar a ver cómo se sigue desarrollando la gestión y el trabajo de los grupos consultivos de Agricultura.