En estos días de celebraciones, quiero dedicar un brindis personal al esfuerzo que la Unión Europea (al menos desde Agricultura) hace en comunicación y transparencia. Quizá siga sin ser suficiente, pero lo cierto es que es más de la que había hace unos tiempo. O al menos, así lo parece.
Me explico: en los últimos años la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea ha mostrado un gran interés por difundir la PAC, la única política común a los 28 (junto a la de pesca) que resulta muy compleja y que en el período 2014-2020 consumirá casi el 40% del presupuesto de la Unión.
Para ello, ha puesto en marcha diferentes iniciativas, como unas líneas de ayudas para difundir la PAC, los premios de comunicación de la PAC, CAPCA, el fomento y apoyo de la asociación de periodistas agroalimentarios de la UE, ENAJ,… Todo ello unido a las tradicionales campañas de comunicación de la propia DG Agri (la última, titulada «Cuidando nuestras raíces»).
¿Pero por qué tanta comunicación? Pues probablemente, porque el propio comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, se la cree y confía en ella (aunque personalmente no sea un comunicador nato). Hay que recordar que no hace mucho tiempo se criticaba a las instituciones europeas por su opacidad y falta de transparencia, y, pese a que todavía todas las aguas no son tan cristalinas como algunos quisiéramos, es obvio que hay quien se esfuerza por conseguirlo.
En este sentido, desde el punto de vista de un periodista español sorprende que el comisario de Agricultura se brinde durante más de una hora a que periodistas especializados le hagan cualquier pregunta del tema que sea —como hizo en diciembre de 2012 y 2013—, una práctica bastante olvidada por muchos políticos de nuestro país que, tristemente, dan conferencias a través de televisiones de plasma o apenas admiten preguntas. Y es que, como me contaba hace unos años una corresponsal de Bruselas especializada en agricultura, en general, los dirigentes europeos, son más accesibles que los españoles.
De momento, parece que esta estragegia funciona, por dos razones: por una parte, la opacidad y falta de transparencia no aparece tanto en las encuestas comunitarias, y por otra, según el último Eurobarómetro, en los dos últimos años se ha aumentado el número de personas que conocen la PAC, pasando del 40% en 2010 al 60% en 2012, (según afirmó el comisario Dacian Ciolos a la prensa especializada).
Sin duda, se tratan de nuevos y pequeños logros que ponen valor una profesión como la de periodista o comunicador, últimamente tan denostada, pero al mismo tiempo, tan necesaria en una sociedad democrática.