Terminamos 2013 con los últimos formalismos de la PAC 2014-2020. Tras la aprobación por la Comisión Europea a finales del pasado mes de junio, el Parlamento Europeo dio el ok el pasado 20 de noviembre y se confía en que el Consejo de Ministros haga lo propio el próximo 18 de diciembre.
El documento presentado por el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, en octubre de 2011 presentaba muchas novedades. Tras más de un año de negociaciones, se apuntan bastantes cambios y puntualizaciones. Y a espera de la “letra pequeña” de los reglamentos (y otros documentos denominados “actos delegados”), personalmente, la PAC me suscita alguna que otra sensación… Y no muy agradable.
Me explico. Desde la Comisión Europea y desde el propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se insiste en que la aplicación que cada estado miembro realiza de la PAC no es un nacionalización o re-nacionalización de la misma. A eso le llaman flexibilidad. Una flexibilidad «necesaria por la diversidad de los estados miembros». Sin embargo, que España se niegue a trasvasar fondos entre el Primer o Segundo Pilar (como ahora se puede) o que no aplique el Pago Único a frutas, hortalizas o viñedo cuando otros países lo hacen, ¿es flexibilidad o desigualdad entre productores europeos?
Otro ejemplo: la Comisión se propuso desterrar a los “agricultores de sofá” (término que todos entendemos) y para ello se inventó el “agricultor activo”. Ante la imposibilidad de definirlo en el seno europeo, optó por el camino inverso: decir aquello que no quería que fuera. Así, queda fuera de agricultor activo las fincas que pertenecen a aeropuertos, inmobiliarias, campos de golf… Pero ¿qué queda dentro? Pues de nuevo depende del país o estado miembro ¿Eso es medir a todos los agricultores comunitarios con el mismo rasero?
Y para terminar: desde hace unos años se potencia la agricultura sostenible, que se entiende como aquella que utiliza unas mejores prácticas agrarias que la intensiva, que es más respetuosa con su entorno y con el medio ambiente. Pues bien, según ha comentado el presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Paolo de Castro, en una jornada organizada por Foro PAC Horizonte 2020, los británicos ya hablan de “agricultura intensiva sostenible”. Pero ¿se puede ser intensivo y sostenible a la vez?
Personalmente, me gusta y creo en la PAC; considero que sus políticas y sus ayudas cambiarán, pero no desaparecerán; la cantinela de que es “la única política común de la Unión Europea” la defiendo a ultranza… Quizás por ello me duele tanto y siento como hipocresías las medias tintas de la PAC y que quienes la diseñan y definen no sean capaces de llamar a las cosas por su nombre.