A veces no sé si es que soy demasiado crítica o es que hay cosas que sólo me sientan mal a mi.
El pasado 30 de marzo la ministra Isabel García Tejerina, presentó la campaña de promoción de Alimentos de España en los mercados internacionales. El acto, que en principio estaba previsto para el 25 de marzo, se retrasó hasta el día 30 por la tragedia aérea de Germanwings, —rozando el límite legal establecido, ya que está prohibido hacer publicidad institucional en período electoral y el 31 de marzo era cuando se tenía que publicar el Real Decreto de las próximas elecciones municipales—.
Cuando pude ver los anuncios presentados, impresionada me quedé por la mala calidad de los materiales de la campaña protagonizada por el tenista Rafa Nadal.
Prometo que cuando supe que era el elegido para hacer los anuncios de aceite y aceitunas, vino y jamón ibérico, me lo imaginé entre olivares, viñedos y secaderos, o mejor aún, cogiendo aceitunas, vendimiando o en medio de una dehesa.
Pese a que es difícil compaginar imágenes de la recogida de la aceituna y de la vendimia con la carrera de un deportista de élite, estaba segura de que los creativos de publicidad me sorprenderían… aunque nunca pensé que para mal. Las fotos de estudio, recortadas y pegadas sobre un olivar o un viñedo distan mucho de lo que había imaginado, y tristemente, reflejan una imagen bastante ficticia que transmite poco.
Vamos, que el eslogan de la campaña podría completarse de la siguiente manera: «Nacido en España. Admirado en el mundo» y pegado con Photoshop.
Posiblemente, esta campaña de promoción ha sido la que más expectación ha levantado de todas las presentadas por Agricultura en los últimos años. La razón, su protagonista: Rafa Nadal. Sin embargo, según me cuentan, el evento se deslució bastante por la ausencia del deportista, que en ningún momento confirmó su asistencia y que se encontraba en un torneo en Miami. Y a pesar de que se va a desembolsar 1,4 millones de euros en los dos años que va a durar la misma, en la era de la super-comunicación y las nuevas tecnologías, parece que a nadie se le ocurrió la idea de que enviara un pequeño vídeo con unas declaraciones para hacer acto de presencia en el evento.
Este detalle sí que lo tuvo el reconocido cocinero José Andrés, que el 23 de octubre de 2013 recibió el Premio Extraordinario Alimentos de España 2012, acto al que no acudió porque, según dijo en un vídeo, tenía que trabajar en su restaurante. Una presencia que, al parecer, no fue tan indispensable el 30 enero de 2014 —justo cuando se celebraba la XII edición de Madrid Fusión— momento en el que el chef se pasó por el despacho del entonces ministro Miguel Arias Cañete para recoger su diploma y su galardón.
En los últimos años, estas dos figuras que representan internacionalmente a nuestro país han sido reconocidas o beneficiadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Sin embargo, las respuestas de los aludidos a los honores del Magrama —y por extensión, del Gobierno de España— no creo que hayan sido las más adecuadas. Y eso que son personas que, por sus éxitos profesionales y su forma de ser, despiertan muchísima simpatía entre los españoles (incluida yo misma).
Ser reconocido por el gobierno de tu país o contratado por el mismo para una importante campaña internacional ¿no se merece un mayor tacto? El Gobierno de España (del que forma parte el Ministerio de Agricultura), ¿no representa a todos los españoles?, [gobierne quien gobierne].
No es de mi agrado ni criticar el trabajo de publicistas ni meter el dedo en el ojo de grandes figuras que representan a España internacionalmente. Sin embargo, pienso que este tipo de cosas tampoco se pueden dejar caer en saco roto y que hay que exigirse más cuando se trata de velar por la imagen de todos.
Totalmente de acuerdo. A lo mejor, en el Ministerio de Agricultura se pensaban que Nadal iba a jugar, a partir de ahora, con jamones ibéricos en lugar de raquetas… Ay Dios, ¡qué despropósito de Plan Estratégico de Campaña y de Imagen! Si todos queremos y admiramos mucho a Nadal, pero donde se ponga una Isabel Presyler vendiendo producto…
La Preysler también sería una buena opción, ja, ja, ja!!
Lo que no entiendo es ¿por qué el Magrama aceptó estos carteles tan cutres? ¿Por qué el Magrama no hizo que Rafa Nadal participara de alguna manera en la presentación de la campaña? En los 1,4 millones de euros que se embolsa el manacorí ¿sólo están las fotos de estudio? ¿No se puede meter un logotipo de Alimentos de España en su raqueta, cinta de la frente, camiseta, zapatillas o sacar un bocadillo de ibérico entre set y set?
Está visto que tras la crisis económica y la institucional, algunos también están de crisis creativa.
Madre del amor hermoso… con los creativos y creativas que hay en este país y con los alimentos que tenemos que casi se venden solos y tener que ver (y pagar con nuestros impuestos) este despropósito… un besico, Elisa!
Pues eso es lo que pienso yo. Hay que darle más a la cabecica!! Besos Cris.