España es el principal productor de productos ecológicos en la Unión Europea con 1,8 millones de hectáreas certificadas y unos 32.000 operadores, según la «Caracterización del sector de la producción ecológica en España» publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Unas cifras que no andan muy lejos de las de Estados Unidos, donde la superficie ecológica también es de 1,8 millones de hectáreas (4,6 millones de acres), unas 17.700 explotaciones y 16.000 operadores, según la Organic Trade Association.
Aunque se dice que «las comparaciones son odiosas», algunas veces hay que hacerlas, o al menos intentarlas. En este sentido, pese a que se pueda considerar positivo tener la misma extensión de cultivos ecológicos que la mayor potencia económica del mundo, hay que tener en cuenta que el número de operadores norteamericanos es la mitad que el de españoles, lo que conlleva a pensar que las explotaciones del otro lado del Atlántico tienen una mayor dimensión que las patrias.
En ambos países, la producción de frutas y hortalizas es una de las más potentes, mientras que en Estados Unidos la leche es el segundo alimento ecológico más comercializado.
Por otra parte, la distribución y el consumo de productos ecológicos también es diferente en uno y otro lado del Atlántico: según el Departamento de Agricultura de EEUU, el (USDA) tres de cuatro supermercados convencionales comercializan alimentos orgánicos, por lo que el 78 por ciento de las familias norteamericanas compran alimentos orgánicos tal y como apunta la Organic Trade Association.
Sin embargo, España exporta el 75 por ciento de los productos ecológicos que produce, siendo el décimo país del mundo en cuanto a consumo.
Pero los datos que más chirrían son los referentes al valor económico que genera la producción ecológica: mientras en España el informe señalado apunta a que el valor de la producción ecológica nacional en origen es de 813 millones euros, lo que tras pasar por la manufacturación puede suponer unos 1.054 millones de euros antes de llega a la distribución, en EEUU la industria de alimentos orgánicos genera 31.000 millones de dólares, es decir, unos 23.000 millones de euros. ¿Dónde puede estar este gran diferencial?
Quizás en que Estados Unidos es el principal consumidor de productos ecológicos del mundo (para lo cual recurre a la importación) y que esa cifra de millones de dólares corresponde al movimiento económico global que genera el mercado de orgánicos, y no únicamente al de los productores norteamericanos.