«Cañete, ¿se va?» «Sí, se va». «Ya, ya…»
Esas son las preguntas y respuestas que en las últimas semanas nos pasamos, como una pelota, entre periodistas, políticos, miembros de organizaciones agrarias, funcionarios del Ministerio de Agricultura y todo aquel que esté interesado por el futuro de Atocha… De esta forma se fomenta el rumor más repetido de los últimos meses.
Personalmente, todavía recuerdo la reacción del actual titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, el día que tomó posesión de su cargo, hace casi dos años. «Ministro, le veíamos en Exteriores», le espetó una periodista. «Bueno…», contestó él encogiéndose de hombros, «Agricultura y Medio Ambiente tienen bastante política internacional, es un ministerio con una vocación internacional clarísima, con consejos europeos y una pléyade de encuentros internacionales a los que hay que asistir, así que queda mucho por hacer». De esta forma el recién nombrado ministro dejaba intuir que su regreso a Atocha fue más el deseo de su jefe, Mariano Rajoy, que de él mismo.
Tan sólo meses después de que llegara al cargo, en el verano de 2012, ya se empezó a rumorear que Cañete sería el candidato del PP a las elecciones europeas. Y a esos rumores, el verano pasado se sumaron los de que el actual ministro de Agricultura podría convertirse en el hombre fuerte del Partido Popular en Andalucía.
Desde entonces, Miguel Arias Cañete no para de repetir que él no sabe nada de su futuro, que todo son futuribles, y que no ha hablado nada con Rajoy, ni en reuniones, ni en bodas «donde este tipo de conversaciones son más comunes con un gin-tonic en la mano», ha comentado el protagonista. Quizás, no hable nada con Rajoy porque, en mi opinión, lo tiene negociado desde diciembre de 2011, puesto que hace más de un año una persona de su propio gabinete me confirmó que eran ciertos los rumores de que el ministro tiene sus miras puestas en Bruselas.
¿Y quién lo sucederá al frente de Atocha? Pues esa es la otra gran incógnita que también no para de generar rumores. A la mano derecha de Arias Cañete, la secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina, se unen otros nombres, alguno de ellos también femenino.
No obstante, hasta que no se confirmen, los rumores, rumores son, y de momento, la noticia se queda en el «no sabe, pero sí contesta» de Cañete.
Zoido dijo, recientemente, que su sucesor no llegaría a Andalucía en AVE con lo que descartaba al propio ministro o a su compañera de gabinete, Elena Báñez, que con una tasa de desempleo del 26% no creo que tenga demasiadas opciones como cabeza de cartel en una de las regiones con mayor paro de España. Montoro, en fin, idem de idem y además creo que se siente demasiado endiosado en Hacienda como para ‘rebajarse’ a un exilio al sur. Pero sí, la salida europea parece que cuadre mejor y más con un Vidal-Quadras que no hace sino agitar al partido con sus -justificadas, creo yo- críticas a la liviana posición del Gobierno con respecto a la estrategia secesionista. Lamentaría, con todo, su marcha porque -sincera y objetivamente- creo que es un ministro competente, con experiencia y solvencia acreditada que ha sabido capear con cierta dignidad el temporal de los recortes.Con una excepción, una negra mancha en el expediente, por otra parte algo comprensible dadas las circunstancias: la mala gestión de los fondos de desarrollo rural y los PDR. Y sí, podrá dejar Agricultura con un legado importante, un cuerpo legislativo valiente y pionero de cuya ejecución y desarrollo depende buena parte del futuro del sector agroalimentario: la Ley de Integración de Cooperativas y la ley de Mejora de la Cadena Alimentaria. Amén de dejar otra ‘patata caliente’ a su sucesor: las elecciones al campo en 2014. Si marcha hacia Bruselas convendría que trabajase en esta misma línea, ahora ya a nivel comunitario, esta vez como próximo comisario de Agricultura, ¿por qué no?. Si quería viajar, en tal demarcación no le faltarían oportunidades y le sobraría bagaje.
Yo también veo a Arias Cañete más en Bruselas, como comisario, situado por encima del bien y del mal, mirando de reojo las luchas políticas españolas. Mira Almunia, ¡qué cambio! Ha pasado de ser el derrotado en unas elecciones generales a ser comisario de Competencia y a sentar cátedra con todo lo que dice. Sobre el legado de Cañete, reconozco que por lo menos es un ministro que sabe de qué habla, (que en Agricultura no es poco) aunque creo que le falta más negociación y menos comunicación. Me confirman que se presenta a las mesas de trabajo con las ideas tan claras que apenas da pie a negociar… Aunque eso lo dejo para otro artículo… 🙂 Rafa, muchas gracias por tu opinión, ¡así da gusto cribar!