Transmitir al ciudadano de a pie qué es la política agraria no suele ser algo sencillo, puesto que, normalmente, son cuestiones muy técnicas y desconocidas para gran parte de la sociedad. Si a eso se suma que con cada reforma de la Política Agraria Común, PAC, se incorporan nuevos conceptos que dan pie a nuevas nomenclaturas o «palabros», la cosa se complica todavía más.

Así, en la reforma de 1992 apareció el término de desarrollo rural y, posteriormente, el de desarrollo sostenible, algo que hoy está muy interiorizado aunque entonces, hace más de 20 años, sonara a chino. Con la Agenda 2000 llegó la degresividad —reducción de los pagos compensatorios en función de las ayudas PAC percibidas—, la desvinculación o desacoplamiento de las ayudas —al separarlas de la producción— y la multifuncionalidad de la agricultura.

Poco antes de la reforma de la PAC en 2003 ya se hablaba de condicionalidad o eco-condicionalidad y de modulación de las ayudas.  En el período 2007-2013 apareció lo que hoy ya es un clásico, el pago único. Y, actualmente, a las puertas de una nueva reforma 2014-2020, los conceptos que están más de moda son el greening o pago verde y el de agricultor activo (término que en España todavía está por definir).

La PAC y sus palabros

Sin embargo, este panorama lingüístico todavía se torna más complejo cuando al lenguaje técnico de la política agrícola se incorpora el del mundo de las siglas.

De este modo, la PAC (Política Agraria Común) es la más popular, con sus OCMs (Organizaciones Comunes de Mercado) que a partir de 2007 se simplificaron en una y que nunca hay que confundir con la OMC, (Organización Mundial de Comercio). También hay que tener en cuenta a las OPs (organizaciones de productores) que en el sector de las frutas y hortalizas son OPFH; y a las populares marcas de calidad alimentaria, como las DOC (Denominación de Origen Calificada), IGP (Indicación Geográfica Protegida) o ETG (Especialidad Tradicional Garantizada).

En el área del Segundo Pilar, en el desarrollo rural, la cosa tampoco es sencilla. Así, ha habido que hacer mucha pedagogía para que el término Leader no resultara algo extraño en el medio rural. También se habla mucho del PDR (Programa de Desarrollo Rural) que es diferente al PDRS (Programa de Desarrollo Rural Sostenible, derivado de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural); o de los GAL (Grupos de Acción Local, que nada tienen que ver con los Grupos Antiterroristas de Liberación) y que puede que en un futuro cercano se denominen DLCL (procedente del enfoque de Desarrollo Local a cargo de Comunidades Locales).

Para terminar, por si todo esto fuera poco, la futura PAC trae más novedades en I+D+i, área que recibe una financiación especial y que incorpora un novedoso concepto con unas nuevas siglas: las EIPs (European Innovations Partnerships o Asociaciones Europeas de la Innovación) a las que, sin duda, también habrá que ir acostumbrándose para incorporarlas a lenguaje cotidiano del agro.

Conclusión: el sector agrario produce alimentos y también muchas palabras, siglas o «palabros» ideales para una partida de scrabble. ¿Jugamos?

Escrito por Elisa Plumed

Periodista especializada en agricultura y alimentación.

3 Comments

  1. Es cierto lo que comentas, y para los profesionales que trabajamos con ello no es fácil, es decir, no para que trabajemos nosotros, porque estos términos ayudan a simplificar en el día a día, sino para informar a nuestros socios, que vienen a ser los propios agricultores y ganaderos que, no sin razón, se ven impotentes y desanimados sobre algo que consideran una pérdida de tiempo. Bueno, hacer lo más sencillo no debe implicar simplificar la realidad, ya que podríamos caer en el error de olivdar el porqué de estos, cariñosamente, denominados palabros. Por ejemplo, si no contasemos con el concepto de greening no se hubiese podido defender el presupuesto PAC, aunque uno crea que su filosofía es poco ambiciosa y sin tener en cuenta los aspectos económicos y de rentabilidad. Más que los palabros, lo interesante es explicar el porqué de su existencia, todos hablamos de agricultor activo pero con un motivo y una intención diferente segú donde se plantée el debate, así que lo interesante es saber que este concepto nació de una obligación impuesta por el Tribunal de Cuentas de la UE, no porque hubiese un voluntad política de la Comisión.
    Una nota Elsa, la degresividad no se aplica en función del tamaño de la explotación sino de la cantidad de ayudas PAC percibidas, aspectos que no siempre coinciden. Por eso en la nueva PAC cuando se habla de pequeños productores por debajo de un determinado umbral de ayuda, en mi opinión se deberían llamar pequeños perceptores.

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    1. Gabriel ¡qué lujo poder contar con tus comentarios y apreciaciones!, de verdad, me llenan de «orgullo y satisfacción» (como se dice en Nochebuena, 😉 ).
      Tienes razón, el artículo se queda superficial, pero lo que pretendía era hablar de la terminología específica de la política agraria y de la PAC, sobre el léxico técnico que nace, crece y se reproduce reforma tras reforma—igual que también ocurre en otras áreas como la medicina, la mecánica, la comunicación, etc—. Para una periodista como yo, que trabajamos con las palabras y la comunicación, cada concepto nuevo nos parece un nuevo mundo a explicar que además hay que añadir a los anteriores.
      ¡Y ojalá me supiera el porqué de la existencia de cada uno de estos «palabros» como los llamo yo! He de ser sincera y reconocer que no llego a tanto y por ello envidio a los verdaderos expertos de la PAC, como tú, a quienes muchas veces os he utilizado como mis fuentes más fidedignas.
      Por cierto, ahora mismo cambio lo de la degresividad (que también confundí con la regresividad). Muchas gracias por la corrección!

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      1. Los comentarios que haces son de calidad y demuestran conocimiento sobre el tema. Gracias a tí.

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