El 13 de octubre ha sido la fecha elegida por la Comisión de Agricultura de la Unión Europea para hacer pública la nueva política de promoción de alimentos comunitarios que será efectiva a partir del próximo 1 de diciembre. [Ver nota de prensa].
El asunto no es una cuestión baladí, no sólo por el importante presupuesto que lo respalda, si no porque es el resultado de un larguísimo debate y análisis que ha derivado en una ley europea o reglamento oficial —en concreto, el Reglamento 1144/2014 de octubre de 2014 sobre acciones de promoción de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países—.
Esta nueva política afecta y puede beneficiar a marchamos de calidad como DOP o IGP, aunque también a marcas que quieran promocionarse dentro de su estado o en terceros países, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos en la normativa y en la forma de promoción.
Largo proceso
Aunque ha sido el comisario Phil Hogan quien se ha colgado la medalla de este proyecto [anunciado reiteradamente, durante sus dos visitas a España] la iniciativa surgió de su predecesor, el comisario Dacian Ciolos.
En julio de 2011 ya se inició un estudio en la política de promoción con la publicación de un «Libro Verde sobre sobre la promoción y la información de los productos agrícolas como medida emblemática del refuerzo de la competitividad de la agricultura de la UE». Y en marzo de 2012 la Comisión Europea presentó una Comunicación sobre «La promoción y la información de los productos agrícolas: una estrategia de elevado valor añadido europeo para promover los sabores de Europa».
En ambos documentos ya se asientan los principales pilares que van a marcar esta nueva política: más ayudas económicas; estrategia común de comunicación; ampliación a los productos y a las organizaciones que pueden acceder a la promoción y simplificación de la burocracia.
En noviembre de 2013 se presentó un proyecto de reforma que se envió al Parlamento Europeo y al Consejo, y en octubre de 2014 estas dos últimas instituciones dieron luz verde al mencionado Reglamento 1144/2014 que se encontró con un Phil Hogan recién incorporado a su cargo.
Razones
Quien también se encontró con esta normativa prácticamente ultimada fue el actual director de Relaciones Multilaterales y Calidad de Productos Agroalimentarios de la Comisión Europea, el español Diego Canga Fano, que llegó a dicho cargo en julio del año pasado.
Según explicó en unas jornadas organizadas en Madrid el pasado 16 de septiembre por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, FIAB y Cooperativas Agroalimentarias, la reforma de esta política se debe a varias razones:
1º-Hacer frente a la competencia de productos agrícolas de terceros países: la supresión de las restituciones a la exportación, la globalización y la ampliación de los acuerdos de comercio de la Unión Europea con otras partes del mundo hacen preciso reforzar el valor de los alimentos europeos.
2º-«Equilibrar» el aumento de los costes de producción: las normas comunitarias de producción de alimentos son cada vez más estrictas, no sólo en seguridad alimentaria, si no también en preservación del medio ambiente. A ello hay que sumar el aumento de los inputs agrarios y el estancamiento de los precios de los alimentos.
3º-Desconocimiento de DOP o IGP: pese al considerable incremento en los últimos años del número de estos marchamos de calidad alimentaria, sólo el 14% de los ciudadanos europeos los reconoce y saben qué significan.
Novedades
Las novedades que presenta la nueva política de promoción de alimentos europeos son suficientes como para que, quienes estén interesados en ella, analicen sucintamente tanto el reglamento como la ponencia expuesta por Diego Canga, puesto que se llega a concretar cómo deben integrar los logotipos de las marcas en la campaña global de promoción.
Lo que sí llama la atención es que, en un período de amplios recortes presupuestarios, el de la promoción alimentaria se incremente considerablemente, pasando de 61 millones de euros en 2013, a 111 en 2016 y 200 en 2019.
Asimismo, también hay que señalar que, cuando la unión de los estados europeos plantea dudas, el sector agroalimentario no es sólo el único que mantiene (más o menos) una Política Agraria Común, si no que sigue siendo el que más demuestra la necesidad de una Europa unida frente a terceros países.
Así que, ya sabes «Disfrútalo, es un producto europeo». O lo que es lo mismo: «Enjoy, it’s from Europe».
Nota: en este enlace puedes encontrar todo el desarrollo de la actual normativa sobre la promoción de alimentos europeos.