La cuadratura del círculo. Parece que eso es lo que ha conseguido el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y su equipo en las negociaciones de la Política Agraria Común que se aplicará a partir de 2015 (con un año de retraso sobre el calendario inicial).
Los tres hitos alcanzados que marcó el titular de Atocha en la rueda de prensa posterior a la negociación en Bruselas fueron los siguientes: mantener hasta 2020 un presupuesto similar al actual para España, conseguir que la superficie agraria elegible a la que se aplican las ayudas europeas se mantenga lo más igual a la de hoy día y frenar la aplicación de la tasa plana en nuestro país. (Rueda de prensa de Arias Cañete informando sobre los resultados de las negociaciones de la PAC en Bruselas).
Y es que uno de los objetivos principales de la futura PAC hasta 2019 es equiparar al máximo las ayudas que reciben todas las hectáreas de la Unión Europea dedicadas a la producción agrícola, de manera que, por ejemplo, se reduzcan las grandes diferencias existentes entre una de Rumanía y otra de Francia o España.
Para frenar esta medida, (que para nuestro país hubiera sido muy perjudicial), Arias Cañete no ha apostado por crear grandes y homogéneas regiones productivas como pedía la Comisión, si no que ha propuesto aplicar la PAC siguiendo las comarcas agrarias establecidas en el Plan de Regionalización productiva de la PAC de 1992. De esta manera España se puede encontrar con más de 1.000 tipos de regiones que intentará agrupar y reducir a unas 40.
Por otra parte, en lugar de ejecutar la tasa plana, desde Atocha se ha planteado «la flexibilidad hacia la convergencia». ¿Qué es eso? Pues una manera de empezar a caminar hacia dicha tasa plana, ya que las hectáreas de una misma región productiva (en las que se diferenciará el secano, el regadío, los pastos y los cultivos permanente) tenderán, poco a poco, a cobrar lo mismo. Sin embargo, como esa convergencia se prevé llevar a cabo en regiones muy pequeñas, los cambios que se anuncian serán mínimos, llevando a una reforma de la PAC que para España se espera muy suave.
Obviamente, ante una reforma de la PAC no todo el mundo opina lo mismo y tanto las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA como Cooperativas Agroalimentarias ya han hecho sus apreciaciones e informes al respecto. (Se pueden ver en sus documentos adjuntos). Alegaciones, quejas y comentarios que Lacriba.net seguirá analizando en otros artículos.